En los últimos tiempos de situaciones inesperadas hemos pasado por una serie de sensaciones y emociones, cada uno de nosotros que preferimos y queremos no volver a vivirlas.
Las experiencias que hemos tenido en este tiempo nos han permitido tener diferentes enseñanzas y una de ellas es que necesitamos contar con una mayor conciencia interdependiente, pensando en el bienestar de otros.
Siento de corazón todas las situaciones inesperadas, que hemos tenido que vivir.
Sin embargo, estamos en épocas de cambio y deseo compartir con ustedes este espacio que nos puede ayudar a fortalecer nuestra interdependencia, dándole un significado profundo al respeto, la empatía y solidaridad por los demás mediante la confianza.
Te quiero compartir algo en lo que he venido reflexionado en los últimos meses a partir de las situaciones inesperadas que hemos tenido que enfrentar a nivel personal y laboral. Este tiempo me invito a identificar oportunidades, a reconsiderar aspectos importantes que contribuyan a nuestro desarrollo personal y profesional.
Los cambios o situaciones inesperadas nos generan vivencias y aprendizajes que nos permite ampliar nuestros paradigmas hacia un mejor vivir con nosotros mismos y con los demás.
Porque no es un trabajo solo para cada uno de nosotros, sino también es compartirlo con los demás para que nuestro proceso reflexivo hacia la transformación tenga un impacto.
La confianza es un concepto que puede ser definido desde diferentes disciplinas
Podemos mencionar que la confianza se relaciona con la esperanza, con la fe, es dinámica, es expectante, pero esto no funciona sino no se actúa.
En estos momentos de compleja transformación este concepto ha tomado fuerza, la confianza nos permite explorar oportunidades frente a los obstáculos y nos invita a retarnos a ver mundos posibles y a trabajar desde nuestro interior, empezando por observarnos conscientemente.
¿Qué quiere decir esto?
Ser honestos con nosotros mismo, no podemos creernos ni creer en otros, sino que partimos de nuestro autoconocimiento y auto reconocimiento, por ejemplo, valorar y reconocer nuestras virtudes; pero también tener la templanza de enfrentar nuestros miedos, que por cierto todos los padecemos; pero no es un impedimento para lograr nuestros propósitos de vida.
La confianza nos induce a dejar de ser prevenidos con los demás; no estamos, es un momento de vida para competir y demostrar que soy el mejor, por el contrario, es un momento de vida de que nos ha llevado a ser más comprometidos y seguros con nosotros mismos y con los demás a través de la empatía y la solidaridad.
Estos momentos de hoy nos obliga a explorar oportunidades
A repensar nos invitó a crear y adaptarnos a nuevos contextos y formas de vivir en nuestros diferentes roles, tuvimos que desarrollar y/o fortalecer competencias que nos abrieron horizontes que nos permitieron descubrirnos y ampliar nuestros proyectos.
También nos llevó a conocernos a través de la verdad.
Nos vimos más enfrentados a nuestros miedos a reconocer que somos vulnerables, sensibles y en especial a valorar más la vida y a las personas que nos rodean.
Esto nos hizo ser más auténticos y nos ubica en una realidad presente que hay que valorar disfrutar, y ya no pensar en un futuro, el hoy es el futuro.
El hoy es lo que hacemos para ser felices y proporcionar alegría a los demás.
Cuando pensamos también en los demás, en ofrecer bienestar, alegría, amor estamos expresando nuestra inteligencia relacional; porque somos seres sociales en donde la interacción con otros nos permite adquirir aprendizajes, vivencias, momentos que forman parte de nuestra historia de vida y fortalecen nuestro autoconocimiento para ser únicos y complemento de otros.
Hoy debemos ser más solidarios y cooperativos con nuestro entorno y con quienes compartimos.
Dar, nos pone en disposición hacia otros; no podemos continuar actuando de manera individual egoísta, debemos ser abundantes desde nuestro corazón, pensamientos y acciones donde todos sumemos para que exista una mayor colectividad y podamos ser sostenibles frente a estos tiempos de tanta incertidumbre.
Por lo tanto, ver y sentir estos momentos como un renacimiento un comienzo; donde se cierran ciclos y se abren nuevos caminos; y eso es lo que estamos viviendo nuevas formas y estilos de vivir en comunidad con esperanza, porqué tal vez es una de las formas de superar esta adversidad que nos toco vivir para aprender a ser mejores personas.
Por lo anterior; los invito a:
- Actuar con mayor confianza con nosotros mismos; y los demás, evidenciando actos de reciprocidad que beneficien un interés colectivo.
- A buscar oportunidades que nos permitan desarrollarnos y salir de nuestra zona de confort.
- A ser más auténticos, certeros en nuestras acciones, más consientes de nuestra realidad y coherente con lo que somos y hacemos, es decir encontrar nuestro significado y razón de vivir a través de la verdad, dándonos la posibilidad de explorarnos y descubrir la esencia de los demás apoyado de nuestra inteligencia relacional que nos permite desarrollar la capacidad de interactuar con otros de forma propositiva.
- Insisto en que seamos más compasivos con las personas que nos rodea.
- Dar a otros, enaltece nuestra humildad y liderazgo porque ponemos en servicio nuestro ser y hacer en beneficio de todos. Y a retarnos en busca nuevos comienzos nuevas oportunidades para crecer, pero también nos invita a cerrar ciclos que nos deja aprendizajes para continuar evolucionando y encontrar nuestra felicidad y satisfacción interior.
Gracias por dedicar parte de tu tiempo en leer esta reflexión que sale de mi ser para tu ser. Estamos en el tiempo de florecer.