Dónde estamos…
Hoy estamos viviendo y aprendiendo del mundo BANI; es decir, nos encontramos en un contexto en el que se hace necesario reinventar nuestros paradigmas; para poder comprender y adaptarnos a entornos de incertidumbre y complejos.
En donde nuestras acciones a nivel personal y profesional dan respuesta a estas nuevas exigencias.
BANI, es un nuevo modelo que da respuesta a situaciones de cambio global
Y se ha ido incorporando a nivel organizacional, su significado hace referencia a que tanta incertidumbre nos conduzca escenarios frágiles donde estamos siendo más susceptibles a estos cambios disruptivos.
Por lo tanto; para las organizaciones, líderes y colaboradores se hace necesario trabajar en función de la resiliencia en alineación con sus diferentes grupos de interés que reconozcan el trabajo colaborativo, el sentido de responsabilidad y la creatividad.
Así mismo; estamos en un mundo donde las personas somos las protagonistas principales
Enfrentando cambios traumáticos, en donde surgen emociones como el miedo, la culpa, la rabia, entre otras.
Las cuales nos generan ansiedad, dado que pretendemos dar respuesta a todo sin medir consecuencias y sin darnos cuenta de que lo incierto nos acompaña todo el tiempo.
Necesitamos no alejarnos de lo importante, tener un foco en quienes somos, darnos la posibilidad de conocernos y conocer a las personas con las que interactuamos permanentemente.
Para poder tener un control sobre nosotros mismos, siendo más proactivos y contribuyendo con aportes estratégicos para las organizaciones.
Hoy, estamos en un entorno no lineal
El cual nos genera inestabilidad, ya que no tenemos una relación directa de las causas-efectos que nos imposibilita concebir la realidad, por eso el futuro no es lejano, el futuro es el aquí y el ahora.
Por último, estamos en ese contexto incomprensible, en donde no se continúan con modelos acostumbrados y los avances tecnológicos hacen que enfrentemos nuevos desafíos y aprendizajes.
¿Qué necesitamos para liderar en un mundo BANI?
La forma de liderar y gestionar la complejidad de estos entornos de incertidumbre y de cambios exige por parte de los líderes en las organizaciones unas competencias claves que reflejen:
- Tenacidad y resiliencia, en donde la firmeza y el empeño permiten el logro de objetivos y resultados mediante acciones vertiginosas.
- Empatía, involucra entrar en el mundo de los demás y ver las cosas desde su observación.
- Conversaciones que conduzcan a acciones que permitan obtener resultados.
- Flexibilidad cognitiva, la cual accede a nuevos paradigmas para la adaptación a situaciones cambiantes.
- Generar sinergia, donde se coordinen los conocimientos y habilidades con responsabilidad compartida.
- Liderazgo autentico y consiente, que permite un crecimiento personal y facilita gestionar nuestros estados emocionales.
Lo anterior; hace referencia a nuestro liderazgo emocional, el cual nos da la posibilidad de reconocer nuestra vulnerabilidad como una cualidad que nos conecta con nosotros mismos y con los demás.
Desde la coherencia de quienes somos y de nuestras acciones fundamentadas en la confianza para comprender y adaptarnos a las nuevas dinámicas organizacionales.
Agradezcamos esta oportunidad que tenemos en este mundo BANI para ser mejores personas y lideres, hoy no controlamos ni anticipamos…simplemente vivimos lo que nos toca vivir
¿Cómo trabajas la coherencia entre tu ser interior y tus acciones?